Más de 20.000 guarderías han cerrado en China en los últimos dos años, principalmente debido a la baja tasa de natalidad, pese a las medidas del Gobierno para aumentar la oferta de plazas y fomentar los nacimientos.
China contaba con 274.400 guarderías en 2023, una cifra que se ha reducido desde las 289.200 del año anterior y las 294.800 de 2021, recogió este lunes el portal de noticias económicas Yicai en base a datos del Ministerio de Educación chino.
El cierre de jardines de infancia se concentra en zonas rurales y regiones con baja densidad de población, mientras que las guarderías públicas urbanas se han visto menos afectadas.
Diferentes expertos citados por el medio advierten de un efecto dominó en el sistema educativo chino debido a la menor cantidad de niños en preescolares.
Los analistas prevén una disminución en el número de escuelas primarias y secundarias necesarias en el futuro.
En las primarias, la cifra podría bajar hasta las 92.800 para 2035, comparado con las 144.200 existentes en 2020, mientras que la oferta de escuelas secundarias también se reduciría en unas 3.800.
La reducción de estudiantes en el gigante asiático también generará un excedente de maestros, especialmente en la educación primaria, lo que exigirá ajustes en la planificación educativa.
Esta tendencia contrasta con las medidas del Gobierno central para aumentar la oferta de plazas de guardería.
El viceministro de la Comisión Nacional de Sanidad, Li Bin, anunció el pasado 1 de marzo que se han destinado más de 5.000 millones de yuanes (690 millones de dólares, 642 millones de euros) para apoyar la apertura de guarderías asequibles desde 2022.
China quiere aumentar las plazas de guardería por cada mil habitantes, que actualmente se sitúan en 3,36, a 4,5 para 2025.
Las medidas para fomentar la natalidad también incluyen la ampliación del permiso de maternidad a al menos 158 días en muchas regiones, la subida del umbral para las deducciones fiscales por cuidado de hijos menores de 3 años a 2.000 yuanes (277 dólares, 256 euros) al mes y la posible inclusión de una ley sobre servicios de cuidado infantil en los planes legislativos.
China informó de un descenso de su población en 2022 y 2023, las primeras contracciones desde 1961, cuando el número de habitantes se redujo como consecuencia de la fallida política de industrialización del Gran Salto Adelante y la consiguiente hambruna.
El gigante asiático permite desde 2021 a sus ciudadanos tener un tercer hijo, aunque la decisión no ha sido acogida con gran entusiasmo por la población, debido tanto a la carga económica que supone la crianza como a la prioridad que se da a la carrera laboral.
Durante el XX Congreso del Partido Comunista Chino, celebrado en 2022, el partido gobernante enfatizó que el país necesita un sistema que "aumente las tasas de natalidad y reduzca los costos del embarazo, el parto, la escolarización y la crianza".
.jpg&w=107&h=85&zc=1)
COMENTA ESTA NOTA