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Baudelio Vildósola y la obra trascendente


 
Baudelio Vildósola Terán ha sido hasta ahora —y en los últimos 40 años—, el mejor presidente municipal de Agua Prieta.
 
En el trienio 1988-1991 sentó las bases de una administración pública ordenada y sin escándalos. Trabajó muy coordinado con el gobernador Rodolfo Félix Valdés y logró grandes cosas para su municipio.
 
Combinó la profesión de empresario ferretero exitoso con inquietudes políticas participando en organizaciones de servicio, siempre para bien de su comunidad. Baudelio nació un 27 de junio de 1932 en Moctezuma a los 7 se trasladó a la frontera y el año entrante cumplirá 91 años.
 
Agua Prieta le debe principalmente a él, la gestión directa del Instituto Tecnológico del municipio. Célebres sus discusiones y gestiones de entonces para gestionar los terrenos del viejo aeropuerto municipal para destinarlo al tecnológico otorgando después un pedazo de esa superficie para instalar el Conalep.
 
Baudelio sería después diputado local suplente de Antonio Cuadras García en la LIV legislatura de 1994 a 1997 y secretario del Ayuntamiento con el mismo Cuadras en el trienio 2006-2009.
 
Con Cuadras, Baudelio empujó fuerte para transformar la antigua preparatoria por cooperación Tomás Camacho Puente, en un plantel Colegio de Bachilleres que con el tiempo ha crecido.
 
Tiempos de buena política y de buena administración. Baudelio toda una institución política solía reunirse—hasta hace muy poco tiempo—por las mañanas, con sus amigos de siempre, primero en el café del hotel la Hacienda y después en el tradicional Hotel Plaza.
 
Más allá de las frivolidades y los cacicazgos en que derivó la política en Agua Prieta, la imagen de Baudelio Vildósola como ex alcalde permanece intacta y su prestigio también, no obstante algunos problemas de salud se conserva lúcido y atento a los acontecimientos de México y Sonora.
 
Don Baudelio tuvo como auxiliar en el ayuntamiento al discreto ex presidente municipal de Navojoa Alfonso Rocha Moya quien le ayudaría desde antes, como delegado político estableciendo con Baudelio una gran relación personal que se mantiene hasta la fecha.
 
Rocha fue un buen alcalde de Navojoa en los difíciles años de 1982 a 1985. Se le recuerda por sus aportaciones al desarrollo de la extensión de la Unison Sur y por haber complementado las gestiones para una nueva institución de educación media superior (CBTIS 132) que absorbiera a la población estudiantil de las colonias situadas en el viejo aeropuerto y de las comunidades aledañas al municipio de Álamos, así como un nuevo edificio para la Universidad Pedagógica Nacional.
 
A Marco Antonio Llano Zaragoza de Guaymas (como Presidente municipal 1982-1985), nadie le podrá negar el mérito —entre otros— de haber hecho suya la responsabilidad de conseguir el terreno (8 hectáreas) donde posteriormente se construyó el Tecnológico de Guaymas que con el tiempo creció y se consolidó como el alma mater de la región.
 
Igual se puede decir de Ricardo Silva Hurtado y Enrique Moraila de Nogales, quienes se dieron a la tarea de conseguir lo necesario para que iniciara sus labores el Tecnológico de allá en tiempos del gobernador Biébrich. En Hermosillo ese mérito le tocó al ex alcalde Alfonso Aguayo Porchas con la fundación del ITH. En Bácum, al recordado ex alcalde Nacho Gaxiola Corral, le tocaron los trabajos de inicio de lo que hoy es el Instituto Tecnológico del Valle del Yaqui (47 años) que empezó como escuela para gerentes ejidales en tiempos del gobernador Alejandro Carrillo.
 
Las instituciones en Guaymas (37 años), Nogales y Hermosillo, (acaban de cumplir 47) y se han convertido en importantes opciones de educación superior pública para los jóvenes de esas regiones.
 
Igual puede decirse de los alcaldes Germán Bleizzeffer (1985-1988) y Heliodoro Soto Rodríguez (1988-1991) de Huatabampo que se esforzaron por conseguir y gestionar todo lo necesario para que iniciara labores allá el Tecnológico de Huatabampo en 1988, sobre todo los terrenos necesarios cercanos al pueblo y la infraestructura de comunicación. Igual lo hicieron con la oferta de educación secundaria y media superior que creció en sus períodos equilibrando lo rural con lo urbano, obra que iniciara el recordado alcalde Rodolfo Moreno Gámez.
 
Daniel Ibarra Guerra y Roberto Káram Toledo fueron alcaldes de Huatabampo con posterioridad a su labor como promotores de obras educativas para sus comunidades.
 
Káram fue el Presidente del Patronato pro Tecnológico (1986-1988) que le dio seguimiento a todas las exigencias y requerimientos señalados por las autoridades de la SEP para que cristalizara el proyecto y Daniel Ibarra presidió la agrupación que se encargó de organizar todo para que se creara un plantel del Colegio de Bachilleres en Huatabampo a finales de los 80 del siglo pasado, en sustitución de la antigua preparatoria por Cooperación "Pascual López Quijada".
 
Con igual ímpetu se aplicaron alcaldes como Jesús Félix Holguín de Cajeme para crear el Colegio de Bachilleres de Pueblo Yaqui, y Florentino López Tapia de Guaymas para lograr un plantel similar en San Ignacio Río Muerto. ¿Qué decir de esa dupla de buenos alcaldes de Empalme como Heriberto Lizárraga Zatarain y José María Medina Cruz que se aplicaron a fondo para resolver el nudo político -académico-social, que significaba la educación media superior en el conflictivo Empalme a través de la creación del Colegio de Bachilleres y el Conalep entre 1985 y 1991?
 
O aquellos buenos Presidentes municipales de Etchojoa como Leonel Arguelles y Pelagio Félix Espinoza,—los mejor recordados hasta ahora por la población—. Arguelles profundizó en lo social como nadie lo había hecho entre 1985 y 1988 y Félix gestionó la creación de instituciones como el Cobach de la cabecera, y aprovechando la buena relación con el gobernador Félix Valdés ambos le dieron un gran impulso a la vivienda popular y la urbanización de sus comunidades rurales.
 
En Álamos, tanto Enrique Ibarra como Benjamín Anaya, Omar Salas y Víctor Balderrama se ocuparon en darle un jalón de progreso y modernidad al municipio enfrentando con seriedad sus rezagos.
 
Como parte de una nueva generación de políticos y cansados de que a cada rato les dijeran que su municipio junto con Quiriego era de los más pobres de Sonora, se aplicaron a trabajar duro para expandir hacia la mayoría de la población los servicios de salud y educación.
 
Se preocuparon por introducir una extensión del ITESCA en el municipio. Con la creación del Colegio de Bachilleres de Álamos (en 1989) se inició la cobertura más amplia en educación media superior del municipio de que se tenga memoria con once planteles. Con eso se mejoró la movilidad social y muchos jóvenes tuvieron acceso a otros niveles educativos sin limitaciones de tipo económico o geográfico.
Mejoraron también la red hospitalaria y de infraestructura de caminos contribuyendo a la modernización del municipio. Ahora les queda el reto del abasto de agua para cerrar el círculo.
 
Algún día habrá de hacerse justicia a los profesores Ramón Peñuelas, Martín Cervantes, Pancho Márquez, Hugo Romero Ojeda entre otros, por las grandes aportaciones al crecimiento de la educación media superior técnica en Sonora; de la Atravesada en Empalme, hasta Altar, Moctezuma, Mazatán, Providencia, Paredón Colorado, Etchojoa, Yavaros, Ímuris, Basconcobe y otras regiones. Todos ellos fueron servidores públicos de excelencia y un ejemplo, que ni por asomo le han merecido placas, calles o reconocimientos, y tampoco creo que les haga falta.
 
Ninguno de los mencionados hizo dinero de la política ni contaminó la administración saturándola de parientes o allegados como se ha venido estilando en los llamados tiempos de la "transformación".
 
¿Por qué ya no hay de esos? Es la pregunta que a cada rato se hacen en los pueblos. Porque en mucho se perdió la vocación de servicio y se sustituyó por la ambición de poder.
 
Lo que por muchos años se combatió ahora reaparece. Se sirve más al partido de origen y a los intereses que los impulsan que al interés general de la gente. ¿Dónde están los legisladores federales y locales que prometieron servir de gestores a sus comunidades y electores? No se han visto, la excesiva centralización de los gobiernos federal y estatal los echaron fuera de las gestiones.
 
Otros tiempos, otras formas, otros colores, otra mística. Honor a quienes pusieron su grano de arena para la construcción —demostrado está— de un buen tramo de la historia de Sonora y de quienes, como Baudelio Vildósola por su integridad y congruencia, todavía son recordados.
 
bulmarop@gmail.com

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