La economía mexicana se mantiene en un crecimiento lento, con una proyección del PIB que muestra una desaceleración a 1.1% anual en julio y agosto, igual que en junio, y una disminución desde el 1.5% en mayo. Las actividades secundarias, especialmente en construcción y manufactura, crecen modestamente a 0.7%, mientras que los servicios y el comercio tienen una expansión de 1.5% en agosto. La incertidumbre política y el cambio de gobierno a partir de octubre están generando cautela entre los inversionistas.
A nivel mensual, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) indica un leve crecimiento de 0.1% en julio y un avance de 0.3% en agosto, con la industria mostrando un aumento de 0.3% y los servicios 0.4%. Sin embargo, se prevé que el tercer trimestre cierre con un crecimiento del PIB de alrededor de 0.8% anual, reflejando una continuidad de la desaceleración económica.
Expertos como Alejandra Marcos de Intercam y analistas de Valmex advierten sobre la debilidad del consumo privado y la inversión, sugiriendo que la economía podría enfrentar un dinamismo aún menor en el segundo semestre de 2024. La contracción del consumo en el segundo trimestre y la expectativa de un menor impulso en las exportaciones, debido a la desaceleración en la economía de Estados Unidos, añaden presión a las proyecciones económicas para el 2025.
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