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Omar Chávez incumplió, sostiene Combox; es una injusticia, dice JC



Si a Julio César Chávez las multitudes no cesan de prodigarle cariño donde se presenta, a sus hijos, en cambio, los persigue una suerte de sentimiento ambivalente por los tumbos en sus respectivas carreras en el boxeo. Los quieren, como un apéndice emocional del amor que sienten por el ídolo mexicano, pero los repudian también por no estar a la altura del legado que supone ser sus herederos de oficio. El episodio más reciente en esa trama repleta de escándalos es la de Omar Chávez, quien tendría una pelea el sábado pasado en Pachuca, Hidalgo, ante el medallista olímpico de Río 2016 Misael Chino Rodríguez y fue cancelada.

A la hora del combate, Misael rehusó subir al cuadrilátero con el argumento de que Omar estaba muy por arriba del peso permitido. Un día antes, en el pesaje oficial, ambos cumplieron con la exigencia sobre la báscula: Chino registró 75.500 kilogramos, y Omar, 76.600. Así, ambos estaban dentro del rango. El conflicto estalló justo antes de iniciar la pelea, cuando ambos boxeadores estaban con los guantes y listos para subir al combate.

La Comisión de Boxeo de la Ciudad de México, contratada por la promotora Zanfer, les advirtió que en su reglamento está prohibido el rebote de peso por arriba de 4.5 kilogramos. Esa situación es un efecto inevitable en los púgiles cuando se hidratan y consumen alimentos tras el pesaje oficial. Por tal razón, exigen subir a la báscula en la arena antes de los combates, para asegurar que los contendientes no estén en desigualdad de tonelaje.

Omar Chávez se negaba a pesarse otra vez y cuando aceptó tenía 10 kilos más que el día anterior. Misael y su equipo hicieron notar que les habían advertido que iba contra el reglamento esa diferencia, que ellos sí habían cumplido y, en consecuencia, Chino Rodríguez se negó a pelear.

Es una pendejada que le prohibieran a Omar subir de peso al día siguiente, explotó Julio César Chávez ayer durante una conferencia de prensa en un restaurante del sur de la Ciudad de México.

Es una injusticia esto que le hicieron a mi hijo, porque si uno como boxeador ya pelea desde que tiene que dar el peso, tener que volver a pesarse el día de la función es una barbaridad. Nunca en la historia se había visto algo parecido, lamentó.

JC Chávez se siente indignado por este episodio y niega que afecte la credibilidad de su hijo Omar, que junto con Julito busca regresar al boxeo tras largos periodos de escándalos y malos resultados.

El que no tiene credibilidad es Misael Rodríguez. ¿Cómo es posible que no dejen pelear a un boxeador que se pasa cuatro kilos? ¿Qué es lo que Misael estaba buscando?, resopló; Omar no cometió ningún delito, entiéndanlo, por favor.

Chávez recordó su experiencia y le parecía absurdo que tras cumplir con el pesaje oficial no le permitieran reponerse con líquidos y alimentos.

No saben lo que es jugarse la vida en el ring. Si ya dimos el peso nos tenemos que hidratar y comer, ninguna comisión ni peleador nos puede decir que sólo podemos subir dos kilos o no hay pelea. ¿De dónde sacan eso?, reclamó enfadado.

Luego de la cancelación del combate, la promotora Zanfer emitió un comunicado el mismo sábado 5 en el que responsabilizó a Misael de la cancelación. Alegando argumentos NO (sic) contenidos en las cláusulas del contrato, referentes al peso pactado para el encuentro, dice el documento. Dicha empresa contrató el servicio de la Combox para aplicar el reglamento al que se acogió el Chino Rodríguez, según las declaraciones de este último.

Ayer al mediodía, la Comisión de Boxeo de la Ciudad de México dio una conferencia en la que explicó cómo es el reglamento de ese organismo y por qué se aplica de este modo, para entender lo que sucedió el sábado en Pachuca. Y dijo que de acuerdo con esas reglas, Misael estaba en su derecho de negarse a combatir.

Antes del pesaje oficial, a todos los boxeadores y sus equipos se les informó de manera clara que serían sometidos al peso arena (en el lugar de la función antes de los combates) y que sólo podían rebotar no más de cuatro kilogramos en algunas divisiones y 4.5 en las más grandes, expuso la Comisión y aclaró que Misael sí cumplió con esa exigencia, mientras Omar no quería pesarse otra vez.

La regla del peso arena la estableció la comisión para evitar los casos de boxeadores que tras cumplir con el pesaje oficial, un día después llegaban al cuadrilátero hasta con 10 kilos más, como ocurrió con Omar.

En ese sentido se implementó un rebote de cuatro kilogramos para los boxeadores wélter y 4.5 de superwélter a crucero, para prevenir accidentes, agregó la comisión.

El argumento principal para la comisión es prevenir desgracias ante una desigualdad de peso con el rebote a la hora de la pelea. Omar ya sufrió una desgracia en el cuadrilátero, sin que sea atribuible a esa diferencia, pero en julio de 2009 su rival, Marco Nazareth, murió días después por los golpes que recibió en aquel combate en Puerto Vallarta.

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