Durante la década de los 80, la escena musical internacional vivió un fenómeno único con la llegada de Locomía, un grupo nacido en Ibiza bajo el liderazgo de Xavier Font. Sus coreografías con abanicos, vestuarios extravagantes y estética andrógina marcaron una época y conquistaron tanto España como América Latina.
Entre sus integrantes originales se encontraba Luis Font, quien, a sus 16 años, se sumó a una agrupación. Sin embargo, detrás del brillo había estrictas reglas impuestas por la disquera y su productor José Luis Gil, entre ellas la prohibición de hablar abiertamente sobre su orientación sexual, lo que generó tensiones y represión interna.
Tras disputas legales por los derechos del nombre y cambios constantes en la alineación, Locomía fue perdiendo fuerza. Para Luis Font, la salida de la banda marcó el inicio de una etapa oscura adicciones, depresión y, eventualmente, la vida en la calle.
En una entrevista con un programa de espectáculos, Luis Font recordó cómo terminó cantando en el metro de Madrid y viviendo como indigente. También habló del distanciamiento con su hermano Javi, a quien acusa de haber actuado por interés propio durante su etapa en el grupo:
Es una persona que solo mira por su interés. Es manipulador, y así sigue siendo ahora. Igual que empezó todo este mundo, lo destrozó.
Luis Font confesó que la depresión y la soledad lo llevaron a refugiarse en la cocaína, lo que aceleró su caída:
Me avergonzaba tanto de lo que me estaba pasando… No tenía un núcleo familiar fuerte. Era muy joven. Pero ahora estoy muy bien, ese es el mensaje que quiero lanzar.
El nuevo comienzo de Luis Font en México
Tras año y medio viviendo en la calle, una familia mexicana acogió a Luis Font en Morelia, Michoacán, donde actualmente reside. Ahí busca retomar su relación con la música y con el público que lo recuerda como parte de uno de los grupos más icónicos de los años 80.
Hoy, Luis Font asegura sentirse renovado y con fuerzas para seguir adelante:
He vuelto a hacer espacio en mi cuerpo y en mi vida para seguir adelante. Simplemente, seguir adelante.
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