Con el paro de operaciones de Ferromex, debido a la acumulación de migrantes en sus trenes, el impacto será a la industria y al consumidor final, señaló Miguel Ángel Landeros, presidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (COMCE) de Occidente.
La crisis migrante ha llevado a miles de personas a treparse a los vagones de carga en busca de llegar a la frontera con Estados Unidos.
En respuesta, Ferromex detuvo temporalmente 60 trenes en varias regiones del país, lo que equivale a la capacidad de mil 800 camiones en rutas hacia el norte.
Esta acción es una medida para garantizar la seguridad de los migrantes, ya que se han registrado casos de lesiones y fallecimientos en estos trenes.
Sin embargo, esta interrupción en las operaciones de Ferromex impactará significativamente en la cadena de suministro y logística, generando retrasos y posibles incumplimientos en las entregas.
"Es preocupante porque, aunque representa un porcentaje más bajo de la carga normal, de todos modos afecta. Es carga diversa, aunque muchos piensan que solo granos. De por sí ya hay un tema limitado en carga de Ferromex porque aunque dijeron que nos darían 40 por ciento de la carga, al contrario, del 20 que ya teníamos, disminuyó a 17 por ciento", detalló Landeros.
Es por ello que los costos adicionales que enfrentarán las empresas para encontrar medios alternativos de transporte repercutirán en el consumidor final, afirmó.
El presidente del COMCE de Occidente enfatizó que la duración de esta medida tendrá un impacto directo en la competitividad y el desarrollo del país.
"En situaciones como esta, son los dueños de la carga y, en última instancia, los consumidores quienes pagarán las consecuencias de esta crisis en el sector de transporte de carga en México", expresó.
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