
Los Seattle Mariners avanzaron a la Serie de Campeonato de la Liga Americana (ALCS), pero necesitaron una auténtica maratón para lograrlo.
El Juego 5 de la Serie Divisional se convirtió en un duelo de resistencia de 15 entradas, en el que Seattle superó a Detroit con un hit de oro con bases llenas de Jorge Polanco. Ahora se medirán ante los Toronto Blue Jays en la siguiente ronda.
Las 15 entradas establecieron un nuevo récord de MLB como el juego de “todo o nada” más largo de la historia, superando el de 13 entradas entre los Rockies y Cubs en el comodín de la Liga Nacional de 2018.
Aunque hubo acción en los extra innings, el marcador no se movía. Troy Melton sorteó un doble de apertura en la décima; Logan Gilbert, en su primera aparición de relevo profesional, lanzó con autoridad hasta que Eduard Bazardo lo rescató en la duodécima. Una revisión polémica —y errónea— dio a Seattle dos corredores sin outs en el cierre de esa entrada, pero no lograron capitalizar. Lo mismo ocurrió en la 13, cuando el abridor de los Tigers, Jack Flaherty, entró al juego sin control.
Antes de ese final dramático, el encuentro había sido un duelo de lanzadores de alto nivel. Detroit llegaba con ventaja en el papel gracias a Tarik Skubal, probable ganador del Cy Young de la Liga Americana, mientras que George Kirby abría por Seattle.
Durante seis entradas, la ventaja fue de Kirby, aunque Skubal estuvo brillante: 13 ponches sin bases por bolas en seis innings, rompiendo el récord de ponches en un juego decisivo de MLB. Incluso logró siete ponches consecutivos, otra marca histórica.
El dominio de Skubal solo se vio interrumpido por una jugada fortuita. Josh Naylor, adquirido en la fecha límite de cambios, trató de detener su swing ante un sinker que se iba fuera de zona, pero terminó conectando la pelota con suficiente fuerza (89.4 mph) para un doble por la línea del jardín izquierdo. Luego robó tercera y anotó con un elevado de sacrificio de Mitch Garver.
Seattle confiaba en que esa carrera bastaría, y Kirby cumplía. Tras su derrota en el Juego 1, ajustó su plan y lanzó 33 sliders en 66 pitcheos, descolocando a todos menos a Kerry Carpenter, quien le conectó dos hits.
Con el marcador 1-0 y Carpenter al bate nuevamente, Javy Báez abrió la sexta con un doble y el mánager Dan Wilson reemplazó a Kirby por Gabe Speier, un zurdo. Pero el mánager de Detroit, A.J. Hinch, mantuvo a Carpenter, pese a su bajo rendimiento ante zurdos (.335 de slugging). La decisión le dio la razón: Carpenter conectó un jonrón de dos carreras, volteando el juego.
Con la ventaja y Skubal intratable, Detroit parecía encaminado al triunfo. El zurdo deslumbraba con su cambio, generando 14 swings fallidos en 18 intentos. Su último lanzamiento, el número 99, alcanzó 100.9 mph para ponchar a Cal Raleigh y cerrar el sexto inning.
Hinch no quiso forzarlo más y trajo a Kyle Finnegan, quien permitió dos corredores. Luego vinieron los ajustes: Dominic Canzone por Garver, Tyler Holton por Finnegan, y finalmente Leo Rivas por Canzone.
Rivas, debutante en postemporada tras 776 juegos en ligas menores y justo en el día de su cumpleaños, respondió con un hit productor que desató la locura en el T-Mobile Park.
Después de eso, ambos equipos intercambiaron ceros durante tres horas... hasta que finalmente, Jorge Polanco puso punto final a la batalla con su batazo decisivo. Seattle sobrevivió y escribió un nuevo capítulo en su historia.
COMENTA ESTA NOTA