El crédito privado para infraestructura se triplicó en los últimos nueve años en América Latina, debido a una caída generalizada de la actividad bancaria y a las presiones fiscales de los Gobiernos que limitan la inversión en obra pública.
De diciembre de 2015 al mismo mes de 2024, el crédito privado en América Latina, incluyendo México, pasó de 4.2 mil millones a 14.9 mil millones de dólares, debido a la creciente demanda de financiamiento para infraestructura, de acuerdo con datos de Moody's Ratings.
Brasil, México, Colombia, Chile y en menor medida Perú concentran los activos administrados de crédito privado en la región, añade la calificadora en un análisis publicado el 15 de octubre.
"Si bien el crédito privado de la región es relativamente pequeño (representa 0.6 por ciento del mercado global), ha aumentado rápidamente", destacó.
A medida de que los fondos públicos y los bancos reducen el financiamiento para proyectos a largo plazo, el crédito privado proporciona estructuras flexibles y personalizadas que permiten a los inversores asumir posiciones preferentes respaldadas por garantías y apoyar proyectos, especialmente en áreas de transición energética e infraestructura digital, abunda.
"Las crecientes necesidades de infraestructura de América Latina aumentan la demanda de soluciones de capital privado. Históricamente, la inversión en infraestructura de la región ha sido financiada en su mayoría con fondos públicos.
"Sin embargo, las crecientes presiones fiscales y los desafíos macroeconómicos están limitando la capacidad de los gobiernos para financiar proyectos que requieren grandes sumas de capital", expuso Moody's.
Por lo tanto, a medida de que el financiamiento público resulta insuficiente y el capital particular tradicional enfrenta restricciones regulatorias, el crédito privado se está convirtiendo en una fuente para financiar infraestructura.
Destaca que los cambios en los canales de préstamos tradicionales de los bancos también han fomentado las operaciones de crédito privado.
México, Chile, Perú, Brasil y Colombia están viendo una mayor participación en los préstamos directos para el financiamiento de infraestructura y aquellos que están respaldados por activos.
En tanto, CIAL Dun & Bradstreet, compañía de análisis avanzado de datos, destacó que la inversión continúa mostrando señales de debilidad en México.
"En julio, la inversión pública se desplomó 22.1 por ciento, mientras que la privada, que representa 90 por ciento del total, retrocedió 4.1 por ciento.
"De acuerdo con las proyecciones, la inversión cerrará 2025 con una baja de 4.3 por ciento y mostrará una recuperación gradual de 3.8 por ciento en 2026", comentó la compañía.
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