La tensión social en Michoacán se recrudeció este fin de semana luego del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y del líder de productores limoneros Bernardo Bravo. En respuesta, cientos de ciudadanos salieron a las calles de Morelia para exigir justicia y un cambio inmediato en la estrategia de seguridad.
Los manifestantes marcharon desde distintos puntos de la ciudad hacia el Centro Histórico, donde corearon consignas como “¡Fuera Morena!” y “¡Queremos paz, no discursos!”. Entre pancartas y veladoras, los asistentes expresaron su hartazgo ante los crecientes niveles de violencia en el estado, que ha sido escenario de asesinatos, extorsiones y enfrentamientos en las últimas semanas.
Indignación y exigencia de justicia
La convocatoria surgió en redes sociales apenas unas horas después de confirmarse el homicidio del edil de Uruapan, quien fue atacado a balazos la noche del viernes. Organizaciones civiles, comerciantes, empresarios, estudiantes y familiares de víctimas se sumaron a la movilización, que se desarrolló de manera pacífica, pero con un fuerte tono de reclamo hacia las autoridades federales y estatales.
“Ya no podemos vivir con miedo. Queremos que el gobierno actúe y deje de minimizar lo que está pasando”, expresó una de las asistentes al micrófono frente a Palacio de Gobierno.
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