Como cada diciembre, la Basílica de Guadalupe de Ciudad de México acogió este jueves a millones de peregrinos que homenajearon a la Virgen de Guadalupe en su día, una celebración que unió a nacionales y extranjeros en fervor y solidaridad, con una derrama económica histórica estimada en 20.000 millones de pesos (unos 990 millones de dólares).
En una de las entradas del templo, Natasha, venezolana que espera llegar a EE.UU. antes de la investidura del presidente electo, Donald Trump, vende rebozos de la Virgen para acercarse a su meta de cruzar la frontera, mientras pide "el milagro" de conseguir una cita de CBP.
"Y claro, pagarle la promesa a la virgen si nos llega a salir la cita", contó a EFE la migrante que busca con su esposo el sustento para su familia en las calles de la capital.
La derrama económica prevista para este año por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo representa un incremento del 22,5 % en comparación con 2023, cuando se registraron ingresos por 15.500 millones de pesos (unos 770 millones de dólares).
Esta inyección económica incluye, junto con los sectores de transporte, hostelería y alimentos, las ganancias de estos comerciantes ambulantes que rodeaban las calles de la Basílica, algunos sorprendidos por la devoción de los peregrinos.
"Veo que son muy devotos a la virgen y es muy bonito ver cómo llegan con sus trajes típicos, personas pagando promesas arrodilladas por la virgen", agregó Natasha.
Entre estas peticiones, Miguel Ángel Peña entrega cada año alimentos a los peregrinos, como una ofrenda luego de que su papá venció el cáncer hace 10 años.
"De ahí empezamos a hacerlo y hasta que Dios y la Virgen nos permitan vida vamos a seguir haciéndolo", afirmó, mientras entregaba tacos de canasta con su hija.
Como él, varios locales ofrecían comida a los peregrinos que pernoctaron, algunos en casas de campaña o con cobijas, para cantarle "Las mañanitas" a la también llamada "Morenita del Tepeyac" en su cumpleaños.
Pedro Balderas, otro vecino de la capital, entregaba bolsas con dulces a los niños, como una forma de retribuir a la virgen las bendiciones del año.
"También ellos son peregrinos y vienen de muy lejos algunos y les damos, aunque sea una alegría para cuando lleguen a ver aquí a la Morenita se lleven algo", comentó.
Este año, la celebración espera superar los 12 millones de peregrinos, que visitarán la Basílica del 6 al 15 de diciembre, según estimaciones del Gobierno de la Ciudad de México, lo que la consolida como uno de los templos religiosos más visitados del mundo.
Entre ellos, destacaban familias de distintas nacionalidades, como Antonio, quien viajó con sus padres desde Guatemala, para celebrar a la virgen, "agradecerle como también pedir por todas las personas que están sufriendo de diferentes motivos".
También había visitantes de todos los rincones de México, como Tadeo Islas, quien caminó unas 17 horas desde el estado de Tlaxcala, en ayunas y con una camisa sin mangas, pese al frío, en ofrenda a la "Morenita" que hace siete años lo ayudó a sanar tras un accidente.
"Llegas con los pies inflamados, te duele, pero llegas con esta emoción y lo que quieres es llegar y cuando entras te gana el sentimiento y dices aquí estoy, cumplí", contó Islas.
La fe por la Virgen de Guadalupe se remonta a 1531, cuando, según la tradición, se apareció un 12 de diciembre al indígena Juan Diego en el Cerro del Tepeyac, donde actualmente se encuentra la Basílica, en el norte de Ciudad de México.
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