Con el tiempo encima, a tan sólo días de que Donald Trump sea presidente de Estados Unidos, las personas migrantes que transitan por territorio mexicano aseguran que con él o sin él cruzarán a ese país. Mientras avanzan por la ruta del tren La Bestia, Hidalgo a Guanajuato, saben que existe la posibilidad de que no logren llegar a la frontera norte antes del 20 de enero.
Se va a poner difícil, expresa Jason, hondureño de 27 años de edad, quien afirma que pese a ello, Trump no me va a quitar el impulso de entrar a Estados Unidos.
En un recorrido realizado por este diario en diversos puntos donde migrantes comúnmente montan el ferrocarril de carga para avanzar a los estados del norte, Jason comparte que su mayor estímulo para continuar son su familia y todo el peregrinar que ha vivido.
En entrevista, a orillas de las vías férreas en la comunidad Bojay, en Hidalgo, donde ha pasado dos noches esperando a la famosa Bestia para llegar a Irapuato, relata que hace cinco meses salió de su nación. Este tiempo, dice, he pasado hambre, he caminado demasiado, he viajado en tren en Veracruz y me han asaltado. Ha sido de todo un poco, pero aquí estamos.
Sin embargo, externa sentirse bendecido porque ya estoy lejos de la parte del sur, que pienso es la más difícil, aunque todavía me falta.
Yurely junto con otro grupo de hondureños coinciden en que si no logran llegar a Estados Unidos antes del próximo lunes, eso no importa, vamos a entrar porque vamos a entrar. Vamos de la mano de Dios.
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