La ONG ecologista Greenpeace instó este miércoles a ver la ausencia de Estados Unidos en la Conferencia de Bonn sobre Cambio Climático como una "oportunidad" en cuanto a la necesidad de otros países de llenar este vacío, al tiempo que urgió a la Unión Europea (UE) a alinearse con el objetivo de los 1,5 ºC en lugar de regatear porcentajes.
"Tenemos que ver la ausencia de Estados Unidos como una oportunidad potencial para el futuro inmediato. Otros países van a tener que llenar ese vacío y demostrar que el liderazgo climático real y el nivel de ambición del que estamos hablando son necesarios. No hay otra opción en los próximos años", declaró John Noël, director adjunto del programa sobre clima de Greenpeace en ese país.
En una rueda de prensa para analizar los resultados de la SB 62, la reunión preparatoria de la COP30 que se celebrará en noviembre en la ciudad brasileña de Belém, subrayó que un gobierno que no ve la crisis climática como una amenaza, y mucho menos como una realidad concreta en determinadas circunstancias de todas formas no sería de gran ayuda ni un actor real precisamente en estas conversaciones de Bonn.
No obstante, señaló, Estados Unidos a nivel subnacional no debería ser descartado para la acción climática, ya que "hay mucho margen de maniobra y espacio para el progreso real a nivel municipal y de Estados", y aludió a proyectos de ley que gravan a las empresas y de gas para que paguen por la adaptación al impacto del cambio climático y decenas de demandas sobre el clima que exigen responsabilidades reales por la campaña de engaño de la industria de los combustibles fósiles.
"Existe un sólido movimiento de justicia climática que no aceptará un no por respuesta", afirmó, y aludió asimismo a la "crisis climática extrema que tiene consecuencias sociales y económicas que se están agravando", con tormentas, incendios y episodios de calor extremo que seguirán produciéndose, advirtió.
Independientemente de la política o el nihilismo del actual Gobierno estadounidense, se mostró convencido de que estos eventos con el tiempo "podrían ser vistos como oportunidades para un despertar masivo", porque cada vez más personas en Estados Unidos están viendo los impactos materiales de la crisis climática en sus vidas.
El objetivo de los 1,5 ºC, cuestión de supervivencia
Mientras, Lorelai Limousin, responsable de la campaña sobre el clima y los combustibles fósiles de Greenpeace en Francia, instó a la UE a dejar de intentar reducir sus objetivos en unos cuantos por cientos, porque "cada tanto por ciento puede tener consecuencias devastadoras para la gente más vulnerable del mundo".
"Es importante recordar que la ciencia es muy clara en cuanto a que cada fracción de un grado importa. Es una cuestión de supervivencia", remarcó y urgió a la UE a presentar unas NDC, es decir, contribuciones determinadas a nivel nacional, "sólidas" con objetivos para 2035 y los años 40 "alineados con el 1,5 con una eliminación progresiva del petróleo, el gas y el carbón en la UE".
Criticó que, por el contrario, lo que la Comisión Europea está haciendo ahora es "explorar flexibilidades" y "trucos contables" como la compensación internacional, y señaló, en este sentido, que externalizar la reducción de emisiones a los países más pobres es realmente "lo contrario de la justicia climática".
Destacó que marcarse objetivos por debajo de las ambiciosa cifra que está ahora sobre la mesa "socavaría la credibilidad de la UE" y también el proceso mismo.
Al mismo tiempo criticó que la UE y otros países desarrollados hablen mucho de financiación privada, cuando una forma obvia de desbloquear más financiación pública, dijo, es "hacer que los grandes productores paguen", es decir, gravar a la industria de los combustibles fósiles por los daños climáticos que causan.
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