CIBanco enfrenta la mayor crisis institucional desde su transformación en banco: tras ser señalado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de facilitar operaciones de lavado de dinero para organizaciones criminales, diversas empresas y fideicomisos de inversión en bienes raíces (fibras) han comenzado a desvincularse de la institución y la han sustituido como fiduciaria en estructuras claves.
El golpe a su reputación ha puesto en riesgo una de sus principales líneas de negocio: la administración de fideicomisos, actividad en la que por años mantuvo una posición destacada en el sistema financiero mexicano, toda vez que concentraba prácticamente una cuarta parte del negocio en el sector de banca múltiple.
El deterioro también comienza a repercutir en el financiamiento automotor, otra de las áreas donde CIBanco había consolidado operaciones relevantes a través de alianzas con agencias y armadoras de todo el mundo, pues según fuentes consultadas por La Jornada, diversas distribuidoras han suspendido temporalmente la originación de créditos con el banco y optaron por trasladar sus préstamos con otros intermediarios.
Lo anterior, por la incertidumbre que existe sobre la continuidad operativa del banco y el escrutinio al que se encuentra sujeto por parte de autoridades mexicanas y estadunidenses, confirmaron las fuentes.
Los datos más recientes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) son a mayo, por lo que todavía no es posible saber si en la firma hubo fuga de clientes.
Sin embargo, en un comunicado que fue enviado a los bancos que operan en México –al que este medio tiene acceso–el 30 de junio, después de que el banco fuera intervenido, la autoridad advierte que la medida fue tomada porque la institución, junto con Intercam, enfrentaba: dificultades para acceder a recursos necesarios para operar, prestar o cubrir obligaciones, lo que implica altos riesgos en su liquidez; restricciones para realizar transferencias internacionales; retiro de recursos por parte de los depositantes; cancelación de inversiones y operaciones bancarias y fiduciarias e inoperatividad de los fondos de inversión de las asociadas.
No obstante, con la información disponible de la CNBV, es posible observar que entre 2023 y 2024, CIBanco perdió más de 13 mil clientes que contaban con una cuenta de captación activa.
Consultora Internacional (CI) fue fundada en 1982 como una casa de cambio corporativa y luego de 26 años se transformó en una institución de banca múltiple.
Salida de los fideicomisos
Tras el golpe institucional, el negocio fiduciario se resquebraja progresivamente. Empresas e inversionistas han iniciado un éxodo masivo: Terrafina, Fibra Inn y Fibra Shop han formalizado su remoción de CIBanco como fiduciario, optando por contratar en su lugar a instituciones como Actinver y HSBC.
Incluso instrumentos públicos como CFE Fibra E, impulsado por la Comisión Federal de Electricidad, removieron a CIBanco tras la aprobación unánime de su asamblea de tenedores el 21 de julio.
Lugar en el sistema
Medido por la cantidad de activos, CIBanco se posiciona como el banco 23 dentro del sistema financiero mexicano, con un monto que suma 140 mil 184 millones de pesos, equivalente a 0.9 por ciento del total con que cuenta hasta mayo el sector de banca múltiple.
Pero en el negocio de fideicomisos administrados por la banca la historia es diferente: al cierre de mayo, resguardaba 3 billones 76 mil millones de pesos, lo que representa 26.4 por ciento de los recursos totales que en este negocio tienen los bancos privados.
Hasta mayo, la firma reportó ingresos por el cobro de intereses que sumaron 4 mil 469 millones de pesos y ganancias por 99 millones de pesos.
La crisis de CIBanco produce un efecto dominó: la salida de empresas y fibras del negocio fiduciario rompe una línea medular de ingresos, la intervención de autoridades y transferencia temporal de fideicomisos apunta a una restructura forzada y el impacto en el financiamiento automotor pone en riesgo otra área estratégica del banco.
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