Se espera que la inversión de cartera que llegue a México caiga 75 por ciento, a mil millones de dólares en 2025, frente a los 4 mil millones de 2024, estimó el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).
El IIF señaló que el nearshoring, que se esperaba que impulsara la inversión, no se ha materializado con tanta fuerza como se proyectaba, probablemente debido a desafíos internos como cuellos de botella en infraestructura e incertidumbre política.
En un reporte, indicó que para el caso de México, señaló que las perspectivas de la balanza de pagos se han vuelto más desafiantes después de las elecciones estadounidenses.
"A pesar de la exposición sustancial, la vulnerabilidad externa está limitada por un tipo de cambio flexible, el acuerdo T-MEC y la dependencia significativa de las empresas estadounidenses de insumos extranjeros", indicó el IIF en su reporte.
Pero consideró que la incertidumbre sobre la renegociación del T-MEC y la amenaza de aranceles y restricciones a la inmigración de Estados Unidos deberían pesar sobre la confianza de los inversionistas.
Si bien el reciente aumento de la inversión china es un riesgo, México podría beneficiarse del aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China a través del nearshoring.
En este contexto, pronosticó una Inversión Extranjera Directa moderada en 2025, impulsada por las utilidades reinvertidas y los préstamos entre empresas en lugar de nuevas inversiones.
"Anticipamos flujos de cartera de no residentes restringidos, lo que refleja riesgos internos y externos considerables", dijo.
Para América Latina también proyectó una moderación en los flujos de capital de no residentes en 2025 después de un repunte este año, debido a un crecimiento más lento en los principales países, la postura más dura de Estados Unidos sobre el comercio, un margen limitado para recortes de tasas de interés y cuestiones específicas de cada país.
"Consideramos que la renta variable directa y de cartera será un lastre debido a una desaceleración cíclica de la actividad, precios débiles de las materias primas y riesgos geopolíticos crecientes".
El IIF indicó que después de una desaceleración este año, las salidas más fuertes de residentes limitarían las ganancias de las reservas extranjeras en 2025. En medio de la alta exposición de América Latina a los cambios en el comercio, las remesas y el sentimiento de los inversionistas, atraer inversión extranjera en el nuevo panorama geopolítico global requerirá disciplina política y una postura política pragmática.
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